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martes, 23 de julio de 2013

El experimento de Uddevalla-Volvo

El de Uddevalla -Volvo es un caso controvertido, ejemplo especial de organización industrial, sobre el que se pueden leer reflexiones positivas y alguna negativa. A mi me gustaría hablar de uno de las condiciones que se exigió a la nueva organización de Uddevalla en su diseño: "La objetivización del trabajo en un producto reconocible", es decir, la objetivización de la obra de nuestro trabajo.

El fabricante de coches Volvo, construyó en Uddevalla (Suecia) una fábrica conceptualmente diferente, que pretendía superar el modelo de producción en cadena Taylorista y atraer a los trabajadores haciéndoles partícipes de la organización del trabajo.

Los trabajadores se organizaron en equipos de nueve personas con un alto grado de auto-gestión, donde cada equipo era capaz de producir un coche completo de principio a fin.

Hubo que diseñar nuevas herramientas, espacios diferenciados, conceptos de producción diferentes a los estándares del sector, con pocos niveles jerárquicos, sin cadena de montaje y con unos resultados muy dependiente del compromiso de los trabajadores. Algo totalmente innovador y único en la época, que ahora podemos encontrar en otros modelos más cercanos.

La fábrica entró en funcionamiento en 1989 y cerró definitivamente en 1993.

Según los estudios "negativos" aumentó el absentismo y bajó la productividad. Según los estudios "positivos", en ese tiempo se consiguió lo siguiente:
  • Incrementos de productividad y de calidad
  • Soluciones técnicas más baratas
  • Reducción de accidentes laborales
  • Incrementos de flexibilidad, reduciendo los tiempos de cambio y de formación.
  • Adaptación a la demanda, periodos de entrega más cortos
¿Por qué cerró entonces?
  • Bajada de las ventas
  • Apuesta de la dirección por los métodos en cadena, más fácilmente automatizables y menos dependientes de la colaboración de los trabajadores.
Sirva esta larga introducción para centrar el tema en la realización personal y en la obra; o como se expresa en las condiciones de diseño de Uddevalla, en la objetivización del trabajo en un producto reconocible.


Las cadenas de montaje son un claro ejemplo donde la obra personal queda diluida. Es muy difícil para un operario de cadena de montaje, reconocer en el coche producido, la obra de su trabajo. Además su aportación personal al producto final es prácticamente inexistente, su aportación no es al producto, sino en todo caso a la productividad. No va a salir un mejor coche por hacer bien el trabajo sino que, en todo caso, saldrán más coches.

Las personas pueden realizar aportaciones a la mejora del sistema, a la optimización del puesto de trabajo y del proceso productivo, a la mejora de las condiciones, etc... En los sistemas de calidad, existen los procedimientos de sugerencias y las propuestas de mejora, pero no es esto a lo que me refiero con La obra. Todo esto es bueno y necesario pero además hay que hacer que la obra sea sensorialmente identificable, visible, tangible.

La organización de la producción en las cadenas de montaje es un tema que desconozco, quiero suponer que se están dando pasos en busca de la objetivización de la obra. Si lo hicieron los suecos hace veinte años, es seguro que inspiraron a más de una persona. Los valores que están detrás del experimento de Uddevalla, a mí al menos me inspiran.